martes, 6 de noviembre de 2012

Ironman 70.3 Cozumel


Un año y cuatro meses después de mí primer triatlón un súper Sprint en Tequesquitengo en el 2011 de: 13 km. iba hacer más de 113 km.("Mi primer Triatlón")

Enero 4, 2012, una promoción de una línea aérea, acelero el proceso y 9 meses antes del Ironman ya tenía los boletos de avión y pues a prepararse, Triatlón de Valle de Bravo, Tequesquitengo, San Gil Querétaro, Cazones Veracruz, Boca del Río Veracruz, también el medio maratón de Chicago, un par de carreras de 10 km, otra de 16 km. levantarse los fines de semana a las 5 am para ir a rodar al autódromo, cambiar mi manera de correr a forefoot, nueva bicicleta, y los mejor, nuevos amigos que he hecho en esto llamado Triatlón.

Miércoles 19 de Septiembre, Llegar a Cozumel es una odisea, primero avión de México DF, a Cancún, luego un autobús a Playa del Carmen, después un transbordador a la Isla de Cozumel, todo esto con mi esposa y mi hija de 4 años que es súper noble y resistió la 9 horas de traslado, sin problema alguno, previo dramamine antes de subir al barco de Cozumel, en el barco ya se respiraba ambiente diferente, conté más de una docena de bicicletas y ahí estábamos mi, esposa y mi hija en Cozumel, después de las 9 horas de traslado, mi hija se merecía un par de horas en la piscina y después fui a correr 7 km, de los nervios previos, pase a la emoción e hice una de mis carreras más rápidas, entre la adrenalina y el nivel de mar, me deje llevar por mis pensamientos y corrí.

El jueves todo el día en la alberca, descansando, nadé un par de km y corrí un par más por la tarde, cada día llegaban más bicicletas al hotel, de muchas partes de México y del mundo, todas las noches en el bufete del hotel pasta y proteína al por mayor.

El viernes llegaba mi bicicleta y como si fuera navidad me pare muy temprano, calce mis tenis y me fui corriendo por la misma 7 km del hotel al lugar de entrega de la bicicleta, pero ya tenía mi bicicleta y agarre camino a la zona de salida de la natación 10 km de distancia, y de regreso al hotel a desayunar, oficialmente el Ironman comenzaba este día con la entrega de paquetes y la junta obligatoria, en uno de los hoteles sedes del evento. 

Sábado por la mañana abren la ruta de natación para los atletas, eso significa que se puede nadar en el recorrido oficial, lo aproveche para nadar 1 km, más tarde dejar mi bicicleta en la zona de transición, junto con mis tenis de correr, cenar más pasta e hidratarse todo el día, las horas pasaban muy rápido.

Domingo 23 de Septiembre del 2012, 4:30 am el restaurante del hotel, lleno de atletas, estaba en una mesa, yo solo comiendo Hot-Cakes con miel, café y un plátano, a un par de horas de horas de hacer mi primer Ironman 70.3 o medio Ironman, (70.3 le llaman ya que son 70.3 millas, divididas en 1.9 km nadando, 90 km de bici y 21 km corriendo), del hotel al lugar de la salida 20 km y para esto había camiones dispuestos por el organizador para llevarte a la salida, todavía de noche en la zona de transición, todos poniendo sus bicis a punto,  se respiraba un aroma de bloqueador solar, vaselina y nervios, muchos nervios.


Apenas sale el sol y a estirarse y aflojar los músculos  aquí está prohibido calentar en el agua como en otros triatlones, casi tres mil personas formadas por colores de gorras a punto de salir, 7 am una docena de triatletas, los primeros en salir son los ELITE, profesionales que viven de hacer esto, 7:16 am toda mi categoría se lanza al agua, se escucha la salida, mucha gente, pero nadar en el mar Caribe es lo mejor que existe no hay agua más clara y tibia en todo México, lo que no es lo tibio son los golpes de piernas y brazadas que pasan cerca de uno, un golpe me dio en la muñeca y zafó el extensible de mi reloj, vi caer mi reloj al fondo 4 metros, no me importaba el reloj, lo que me importaba era el tiempo y el cronometro que había puesto, ya que solo disponía de 8 horas para terminar el Ironman, me frene y me sumergí por el reloj, hasta el segundo intento tome el reloj y me lo puse dentro de mi traje, seguí nadando y disfrutando cada brazada, 38 minutos después concluí la distancia del agua.


Corrí a mi bicicleta, quité un poco de arena, casco, guantes, zapatos y tome la bici y a rodar los 90 km, a darle media vuelta a la isla, al llegar al extremo sur de la misma, el aire te mueve la bicicleta como si te estuvieran empujando, pasaban los kilómetros solo viendo el mar y ciclistas, cada 20 km, puestos de abastecimientos donde uno tiraba las botellas de agua vacías y tomaba, unas llenas, yo tomaba dos, una de gatorade y otra de agua, la de agua me rociaba en la cabeza y las piernas, a los 30 minutos, abrí mi primer gel y me lo comí como si fuera un niño con chocolate, paso la primera hora y faltaban, 60 km, la hermosa vista del Caribe, ya no estaba tan hermosa, el viento soplaba más fuerte, me urgía salir de la costa, veía el reloj esperando que pasara otra hora más para abrir una barra de proteína  a las dos horas, por fin se veía algo de civilización entramos a la ciudad y la gente de Cozumel, entregada, echando porras y animo, eso ayuda mucho, agarre un segundo aire, en mi odómetro decía que faltaban 25 km, no me explicaba ya que estaba en la ciudad pero nada más pasamos a un lado, para tomar nuevamente la carretera e ir por los 25 km faltantes, al kilómetro 80, mis piernas ya estaban muy cansadas, estos últimos 10 km se me hicieron eternos y 3 horas, 11 minutos me llevo hacer los 90 km de bicicleta. 

Llevaba 4 horas desde que empecé a nadar, tenia 4 horas para hacer los 21 km de carrera, un par de semanas antes esos 21 km los había corrido en 2 horas y 25 minutos, ahora sí con toda la calma del mundo, me cambié mis calcetas me llene de vaselina los pies para evitar ampollas, uno de los tips que me dieron fue tomarme un Alka Seltzer y así lo hice en el primer puesto de hidratación tome un vaso de agua y vacié las pastillas, mientras caminaba y esperaba que se disolvía, de un trago me tome la mezcla, el bicarbonato y ácido acetilsalicílico  le cayó bien a mi cuerpo, empecé a trotar, mis piernas no me daban para correr, los primeros 10 km fueron mortales, me costaron mucho trabajo, en todos los puestos de hidratación, tomaba algo, ya sea un pretzel, naranja  o solo agua en la cabeza, los últimos 10 km fueron más fácil y trote más, pero aun así hice mucho tiempo, 40 minutos más de lo que esperaba, yo quería hacer menos tiempo pero mi cuerpo no respondió y 6 horas y media después de la salida por fin vi a mi esposa y a mi hija, cerca de la meta, no pude evitar llorar, los abrace muy fuerte, no recuerdo si dije algo, me faltaban escasos 200 metros, para terminar mi primer Ironman, corrí a la meta cruce llorando la misma, busque mi playera y medalla de finalista, tomé más agua y salí presuroso a buscar a mi familia, había terminado mi primer medio Ironman, estaba satisfecho y muy cansado, llegue al hotel a dormir más de 13 de horas seguidas, no supe de mi hasta el día siguiente. En ese momento se me hacía imposible hacer un Ironman completo un mes después en mi cabeza no puedo dejar de pensar regresar el próximo año a Cozumel pero para hacer el completo, quiero correr un par de maratones este 2013 y por marzo lo voy a decidir  lo que es un hecho es que voy a regresar a Cozumel hacer un Ironman ya sea de nuevo el medio o completo y antes de cumplir 40 años voy hacer Ironman.




martes, 29 de noviembre de 2011

Un año corriendo

Un año corriendo, 3 pares de tenis, poco más de 800 kilómetros recorridos, 70,000 calorías, 3 ampollas, levantarse varios domingos a las 6 am. y..... que gané? doce medallas, playeras de carreras que están colgadas y nunca uso, dolores de piernas después de las carreras, bajar más de 20 kilos, mejoré mi calidad de vida a un 100% hace meses que no me duele la espalda, más de un año que no tengo insomnio, ni dolor de cabeza, todos mis pantalones me quedan grandes, eso parece increíble, pero más increíble, es que he logrado que gente corra,  ser un ejemplo es lo mejor que me ha pasado, he logrado nuevos amigos, amigos que decían que nunca iban a correr, acaba de correr 10 km en un excelente tiempo, correr con la gente que quieres es lo mejor, dos carreras con mi papá, trato de convencer a mi hermano pero todavía no se deja.

Mis carreras en un año: en el 2010 fue la primera y fue la Nike, todas las demás fueron en el 2011

Carrera Starbucks 5 km
Carrera SportCity 10 km
Carrera Disney 10 km
Triatlón Tequesquitengo
Duatlón de la ciudad de México
Tune Up Coyoacan 8km
Triatlón de Boca del Río Veracruz
Clasica Office Max (solo ciclismo)
Urbanatlón 10 km con obstáculos
Nike 15 km
Emoción deportiva nocturna

Casi una por mes, mi mejor carrera el duatlón de la ciudad de México hice menos de 26 minutos en los primeros 5 km antes de tomar la bicicleta.
Cual disfrute más el Triatlón de Tequesquitengo por ser mi primer triatlón y por toda la aventura que viví para llegar ahí.
La peor organizada la de Disney
La mejor organizada la de Starbucks, Sport City y Tune Up Coyoacan

Lecciones que me ha dejado correr
1. Somos capaces de hacer más cosas de la que nos imaginamos
2. Correr me relaja
3. El dolor de mis pies al correr era por mi sobrepeso y no por correr
4. Correr me permite comer más y disfrutar más los alimentos.


Metas para el 2012, dos medios maratones (21 km) en menos de dos horas y el medio Ironman de Cozumel 2012

Seguir corriendo hasta que la edad me lo permita









lunes, 29 de agosto de 2011

Mi primer triatlón Olímpico



Son las 5 de la mañana, dormí mejor que para Tequequitengo; podría dormir una hora más porque la salida es hasta las 8, pero no puedo. Con los nervios, no se puede, llevo dos días soñando con este triatlón.

El camino a Veracruz fue muy tranquilo, conté más de 20 carros con el mismo destino. Nuestro hotel, Galería Plaza, fue el mismo del registro, lo que facilitó algunas cosas; raro ver los elevadores del hotel con bicicletas, pasillos de los cuartos con bicicletas; cientos de personas, todas deportistas, muchas ya mostrando en sus brazos y piernas su número de competidor.

Dejé a mis niñas en la alberca, me registré, llevé la bici a la zona de transición, me marcaron brazos y piernas. Era inmenso, tres o cuatro veces más grande que Teques y el Duatlón de la ciudad de México, no solo había chilangos, aunque sí la mayoría. Me dirigí a la junta obligatoria, en otro hotel, a 2 km de donde dejé la bici. En este momento empezaron a competir los niños de 9 años, todos traían el número 1, a esta edad no importa el lugar ni el tiempo, sólo lo hacen por jugar y que sus papás se sientan orgullosos, ellos no paran de gritar, salen a nadar 150 metros, todos mojados corren por sus bicis 4 km y después a correr 1 km. Me pareció increíble.

Ya en la junta, nos hablan del recorrido y de lo importante que es estar hidratados, entre otras cosas. Cené pasta, consomé de pollo, agua mineral y medio Powerade. Antes de dormir, mi hija y mi esposa me escribieron sus nombres con plumón permanente en mis antebrazos. Cosa de suerte y motivación.

A las 6 AM me levanté de la cama, me tomé mi licuado de proteína, agarré mis cosas y salí rumbo a la playa con un nudo en el estómago. En el lobby del hotel había mucho movimiento; ahí estaba mi amigo Víctor que vive cerca del puerto y que fue a apoyarme y a tomar fotos. Juntos caminamos a la playa. En la zona de transición empieza el ritual del triatleta: checar aire de las llantas, poner tu casco, lentes, guantes, zapatos para la bici, tenis para correr, número, gorra y GU (electrolitos, glucosa). Ya estando todo en su lugar, se dirige a la playa para calentar, pero no antes de pasar por un poco de vasenol (evitar rozaduras) y bloqueador solar.

En la playa cientos de trialonistas calentando. Recordé que en la junta me recomendaron nadar 200 metros de calentamiento, así que muy obediente entré al mar (el agua deliciosa en cuanto temperatura), dí una vuelta, salí y empecé a trotar un poco.

7:30 primera categoría, juveniles 14 a 17 años. Me acerqué a ver la salida y aprender como lo hace porque es mi segundo triatlón, pero el primero en playa: salen corriendo desde la orilla hasta que llegan a una profundidad suficiente para empezar a nadar, empiezan estilo mariposa tres o cuatro brazadas, después siguen en estilo libre. Así pasaban las categorías y los nervios aumentaban, la mía arrancaba a las 7:59 AM, son exactas las salidas y cada tres minutos sale una categoría nueva, la mía es la segunda con más participantes: 240 divididos en dos bloques, el primer bloque es el mío, con gorras de natación negras para distinguirnos.

Por los altavoces empezaron a decir que nos acercáramos a la salida, de repente estaba hasta el frente del bloque y en medio, el lugar más difícil porque estaba rodeado de atletas experimentados y por supuesto más rápidos, pero en ese momento no pensé en eso. Segundos que se hacen eternos y suena la sirena, a correr hacia la playa y a empezar a nadar 1500 metros. Es importante señalar que las playas de Veracruz son más saladas que Cancún o Acapulco, y esta extra salinidad permite mayor flotabilidad y facilita la natación. Aún así fue un chingo, pero no se me hizo tan complicado, me llevó 29 minutos, no es un mal tiempo ya que el primer lugar de mi categoría hizo 22 minutos. Llegué en el lugar 70 de los 240 que conformaban mi categoría.
Salir del agua y correr hasta la bicicleta fue cosa seria, correr descalzo más de 500 metros en asfalto caliente; las plantas de mis pies quedaron súper tersas, ni un solo callo, pero extra sensibles.

Me quité un poco de arena de los pies, me puse las calcetas a toda velocidad, mis tenis, casco, guantes, lentes y a pedalear. Afortunadamente a esa hora estaba nublado y fresco gracias a que la noche anterior había llovido; dos vueltas de 20 km sobre el malecón de Boca del Río hacia el norte de la ciudad, mucho viento y aquí se empiezan a juntar las categorías que salieron antes, los más experimentados forman sus grupos para rodar y van muy rápido. En los primeros 10 km empiezo a ver ciclistas con llantas ponchadas, pidiendo cámaras, desesperados por no poder seguir en la competencia; otros más resignados, caminando de regreso con sus bicis con cara desencajada, pero fácilmente conté a 25 competidores en mi camino.
40 km sería como ir del Zócalo de la ciudad de México a Xochimilco y de regreso, para cubrir esa distancia teníamos que dar vuelta en calles y regresar por las mismas para completar la distancia, la ventaja es que es todo plano. Tomé mi bolsita de glucosa y de verdad que no puedo con el sabor, pero no hay de otra, despacio me tomo mi glucosa, después de la primera vuelta ya me la había acabado; segunda vuelta, solo esperando que no se ponchara una llanta, ahí veo a Víctor tomando video y fotos.

Llegué a la zona de transición a dejar la bicicleta. Por más rápido que quería ir, mis piernas no respondían; 500 metros empujando la bici hasta el rack que me correspondía. Me quité casco y guantes, me puse número y visera, y a correr dos vueltas de 5 km (10km). Ahí vi a mi esposa y mi hija en la banqueta con tremendo raspado de limón, echando porras y buenas vibras, beso mis antebrazos donde apenas se alcanzan a ver sus nombres marcados porque entre el agua de mar y el sudor, se fueron desvaneciendo.

El primer puesto de hidratación fue como un oasis, vasitos de agua fría en vaso de cartón, me tomé uno en microsegundos y otro me lo vacié en la cabeza. Metros más adelante hielo, un poco más adelante Gatorade. En el circuito había 4 puntos de hidratación y en todos hice lo mismo, al kilómetro tres tomé los hielos y los metí en mis lycras. Mis piernas ni se inmutaron, al contrario, estaban agradecidas por lo que hice; algunos vecinos, tomaban sus mangueras y te rociaban de agua si querías, y por supuesto que yo lo agradecía. En la segunda vuelta mis pasos eran más lentos, y para mala fortuna salió el sol, la humedad aumentó, el calor y el cansancio por igual. En pleno sol veo a mi esposa tratando de buscar sombra y proteger a mi hija, falta una vuelta, mis piernas ya no están respondiendo, mil cosas pasaron por mi mente, una era retirarme; detuve el paso en un puesto de hidratación y con calma tomé más agua, Gatorade, y empecé a caminar… escucho gritos de ánimo. El sol cada vez calienta más y empiezo a retomar el paso, la segunda vuelta fue mortal para mí. En mis pocas carreras de 10 km he hecho menos de una hora, aquí llevaba poco más de una hora y me faltaban 4 km cuando escuché la alarma de mi medidor de frecuencia cardiaca: 202 pulsaciones; eso me hizo frenar el paso aun más: camino, corro, camino. En el kilómetro nueve veo a mi hija con una cara de “te quiero papá, pero no aguanto el sol”, al igual que mi esposa que tiene un Powerade en la mano y me lo ofrece, me tomé la mitad de un trago y nos decimos que nos vemos en el hotel. La pobre Natalia estaba cansada e insolada, más de tres horas habían pasado. Lo último que me quedaba, a correr a la meta, ¡crucé la meta!

Busqué agua fría y tomé dos botellas para refrescar mis piernas, me tomé un Gatorade. Había hieleras con cerveza y cajas con pizzas, pero no se me antojaban. Vi que había regaderas, eso sí que lo quería, 5 minutos bajo una regadera que me sirvieron para recuperarme. Fui por mi medalla, feliz por terminar, pero al mismo tiempo, no estaba contento por la carrera. Me dejó varias enseñanzas mi primer triatlón olímpico:

  • Necesito correr más
  • Necesito correr mucho más.
  • La hidratación la hice perfectamente, nunca sentí sed.
  • Aprender a andar en bici en pelotón, ahí se gana mucho tiempo; por miedo a caerme no lo hago, pero tengo que aprender y quitarme el miedo.
  • Buscar una glucosa de sabor más agradable.
  • Mi esposa tiene que aprender a nadar, ella tiene que vivir esta experiencia, me gusta verla echando porras, pero la preferiría corriendo, ella no es del tipo espectador.
  • Estoy muy lejos de un medio Ironman
  • El próximo año voy a volver a Boca del Río


jueves, 18 de agosto de 2011

Preparación para Veracruz

Existen 5 tipos de triatlón:

Nombre

Natación

Ciclismo

Carrera

Súper sprint

400 m

10 km

2.5 km

Sprint

750 m

20 km

5 km

Olímpico

1.5 km

40 km

10 km

Medio Ironman

1.9 km

90 km

21 km

Ironman

3.8 km

180 km

42 km

Los 4 indoor que he hecho son Súper Sprint, y el de Tequesquitengo también fue súper sprint; lo más lógico era que esta vez me inscribiera a un Sprint para escalar un nivel, y así lo hice, pero a dos semanas del evento me cambie al Olímpico, ¿por qué?

Primero: hice el duatlón olímpico y me sentí bien.

Segundo: hice cálculos y el Súper Sprint te lleva menos de una hora, el sprint hora y media, el olímpico tres horas, el duatlón me llevo dos horas, con tres horas si puedo (espero).

Tercero: es a nivel del mar.

Cuarto: no voy a ir tan lejos por un par de horas de ejercicio.

¿Qué es lo que me preocupa más?, los 1500 metros de natación, porque la bicicleta, como sea, uno va sentado y en la carrera gateando, si es necesario.

Así que estoy nadando 2,500 metros diarios, no estoy corriendo, más que el próximo sábado las 5 millas de la carrera de Coyoacán, y la bici solo un día después del duatlón.
Mi punto fuerte es la natación y espero hacer 40 minutos en el mar; en la alberca los 1,500 metros los hago en 27 minutos y trato de cada vuelta no impulsarme tanto para que sean más reales, solo que en la alberca no hay marea, el agua no está salada y a lo mucho nado con tres en mi carril. En Veracruz habrá marea y 70 personas a mi lado.
Creo que saliendo del mar, lo demás será mental, más que físico, ya que llevo un año preparándome para este día.
El sábado cierro preparación de bicicleta, el domingo de carrera y toda la semana hasta el jueves nadar, descansando el lunes y el martes.
A descansar.

viernes, 12 de agosto de 2011

Mi primer duatlón

A más de un mes de mi primer triatlón (Tequesquitengo, super Sprint), hice mi primer duatlón, me imagino que éste nace para las ciudades donde no se puede hacer el triatlón por falta de mar, lagos o ríos. Fueron tres pruebas, al igual que un triatlón, solo que aquí primero se corre, se hace bici y se vuelve a correr.

Cuando me inscribí, y fui unos de los primeros (número 119 de 2,000 participantes), solo había una categoría, la “olímpica” o corta (5km corriendo, 30 km en bici y 5 km corriendo); por alguna razón que desconozco, dos semanas después abrieron la categoría “sprint” (2.5 km corriendo, 15 km bici y 2.5 km corriendo). Si hubiera estado esa categoría desde el principio, sin pensar me hubiera inscrito, así que cuando me enteré que abrieron esa categoría, mandé un mail preguntando si me podía cambiar, me dijeron que sin ningún problema, que sólo tenía que enviar un correo con todos mis datos. Pasaron las semanas, lo medité y no me cambié, quería retarme a mí mismo 40 km, en mi vida había hecho esa cantidad de ejercicio. Más de dos horas sin interrupciones.

Hacer spinning, bici fija o de montaña, no tiene nada que ver con hacer bici de ruta, la bici de ruta es incómoda, al menos para quienes no estamos acostumbrados a hacer ese tipo de ciclismo. Las bicis son delicadas, las llantas se ponchan con solo verlas, se desajustan en la ciudad, no están hechas para topes, baches ni calles en mal estado. Sólo hay dos lugares para practicar ciclismo de ruta en la ciudad de México: Ciudad Universitaria y el Autódromo Hermanos Rodríguez, los dos están padrísimos; es más demandante el autódromo porque, al ser todo plano, no hay modo de descansar en las bajadas, nunca cambias de velocidad y el pedaleo es constante. En la UNAM hay pendientes, rectas, topes, pero lo sentí más relajado. Las dos veces que he ido, una y una, hice 24 km, nunca 30, y menos corrí después de la bici.

Todo empieza un día antes: recoger el paquete de la carrera, número de casco, bici, jersey, chip y el marcaje. Por cierto, me parece un poco bobo marcarte, ya que traes chip electrónico y número en la playera, pero en fin, la verdad es que sí me gusta que me pinten en las piernas y brazos, es como cuando un niño se pone un tatuaje temporal que le salió en una bolsa de papas. Es mi tatuaje de Henna de Coyoacán.

Recomendaciones:

  • hidratarse 48 horas antes del evento. Ahí me tienen tomando agua, powerade, powerade rebajado con agua, agua mineral, un poco de jugo, etc. Todo el tiempo te la pasas en el baño y en la noche previa 3 veces me paré a orinar.
  • Dormir bien: muy difícil, muchos nervios me acosté a las 11pm, me levanté a las 4 am, logré dormir 30 minutos más de las 6 am a las 6:30.
  • No tomar lácteos: siempre fallo en esa, todas las mañanas me tomo un licuado de proteínas y esa mañana lo acompañe con un sándwich de crema de cacahuate.

6:30 AM un regaderazo, me enfundo mis lycras especiales de triatletas, el trapito más caro que tengo ($1,800.00), eso sí es italiano, y no es Armani. Aditamentos que son el chingo, los voy a enumerar:

  1. Banda y reloj Polar
  2. Chip y pulsera Nike+
  3. Tenis
  4. Casco
  5. Guantes
  6. Lentes
  7. Ánforas dos, una con agua y otra con powerade
  8. Gomitas de electrólitos de GU
  9. Playera seca y limpia
  10. Número
  11. Porta Número
  12. Bicicleta

Afortunadamente vivo cerca del evento y no necesito llevar carro y preocuparme donde estacionarlo. La fila a la zona de transición (donde se deja la bicicleta estacionada y lista para tomarla para la competencia) era como de 50 ciclistas, el 85% viene en grupos y/o se conocen. Dependiendo de la categoría es el lugar de la bicicleta. La estaciono, dejo mis guantes, casco y lentes.

Faltando 40 minutos para la primera salida, estirarse y calentar, la fila del baño inmensa, pero yo no soy de los cochinos que puede regar un árbol, ni que fuera perro. A esperar 5 minutos, para luego buscar un árbol.

8:00 am primera salida, los juveniles en la versión Sprint, las salidas se atrasan pero después de 30 minutos le toca a mi categoría. Nervios crecen y suena la sirena, a correr se ha dicho. Los primeros 5km, es muy diferente a una carrera: en el bloque serán 300 y no 6,000 como en las carreras; el nivel es más elevado, hay de todo pero el ritmo es más rápido, tanto que rompí mi record en 5 km.

Dos vueltas del Museo de Arte Moderno al Hard Rock sobre Reforma y, además de los 5,000 metros, hay que recorrer como 700 más entre bicicletas hasta tomar la tuya. Cuando por fin llegué, además de tomar todos los aditamentos, me comí dos gomitas de energía pura (https://guenergy.com/products/products-chomps).

Ahí todo bien, ahora 5 vueltas de un circuito que va de la Diana hasta el Auditorio nacional (6 Km), aquí recupero 20 lugares que perdí en la carrera, algunos por que compiten con bicicleta de montaña tienen mucha desventaja respecto a los que tienen bicis de ruta, y lo mismo éstos respecto a los que tienen bicis de fibra de carbono y en comparación a la de aluminio, como la mía. La ruta de ciclismo era extremadamente peligrosa porque estaba mal planeada: un carril de Reforma divido en dos; unos van, otros vienen, gritando “IZQUIERDA, IZQUIERDA, CARAJO, PISTA, PISTA”. En mis 5 vueltas me tocó ver dos accidentes, uno muy fuerte de ambulancia y otro un derrape con caída. Al momento de dejar de pedalear y bajarse de la bicicleta, las piernas no me respondían, me sentí como Bambi recién salido de la matriz de la Mamá de Bambi, es una sensación horrible, que al terminar el primer kilometro se termina, pero empecé a sentir calambres en mi pierna derecha al kilómetro dos, al cuatro tomé una bolsa de agua fría y me la puse en la pierna (dentro de las lycras de $1,800 pesos). Lo que nunca hago, un competidor empieza a caminar y yo lo animo para que siga corriendo, sólo falta un kilometro según mi Nike+, empiezo a platicar con otro corredor de que es mi primer duatlón y de que voy a hacer el triatlón de Veracruz, me da consejos rápidos; llegando a la meta, él se sigue, le falta una vuelta. En las tribunas, mi familia, alzo los brazos y corro con todo lo que me queda, no voy a pasar la meta caminando.

Dos horas, 40 kilómetros, 4 mil calorías, ,6 gomitas de energía ,3 litros de agua, Powerade y gatorade. Pero terminé mi primer duatlón de la ciudad de México.

A prepararse a la Tune-up de Coyoacán y al Triatlón olímpico de Boca de Río.

domingo, 26 de junio de 2011

Triatlón Tequesquitengo.

Triatlón Teques

Hace una semana, en la revista Runner's World, mi esposa encontró un anuncio que yo pase desapercibido: "Primer Triatlón Tequesquitengo, 25 de junio de 2011”, yo estaba frente a la computadora y, cuando me dijo, me pareció una gran oportunidad. Al día siguiente ya estaba inscrito.

Siendo mi primer triatlón al aire libre, estaba muy emocionado. Lo primero que hice fue mandarle un mensaje por Whattsapp a mi amigo Carlos, que tiene una casa en Cuernavaca,
y “sutilmente” le pedí hospedaje para ese fin de semana. Ya teníamos hospedaje e inscripción.

Lo que no sabía era que un día antes tenía que ir a Teques a dejar la bici y a una junta
obligatoria para primeros triatletas.
Plan A: Salir con mi esposa y mi hija el viernes a las 15 horas de la Ciudad de México, ir a la junta y dejar la bici; había 2 horarios para la junta: 13:30 y 17:30
horas. Fallido. De repente se vino abajo el plan porque de último momento le avisaron a mi esposa que tenia clases de maestría de lunes a viernes de 18 a 21 horas.

Plan B: Salgo temprano a Teques, voy a la junta de las 13:30 horas, dejo la bici, me regreso en chinga, paso por mi hija y llevo a mi esposa a Santa Fe a sus clases.

El plan inició bien. Llego a la junta, me explican el recorrido y lo que estaba prohibido, salgo de la junta, llevo la bici al lago, me ponen mi número en la pierna y el brazo: "738". Para esto, ya eran las 15:30 horas, así que le marqué a mi mujer: “mejor toma un taxi a la Universidad, no voy a lograr llegar por ti, pero paso por nuestra hija”. Y… tampoco lo logré. Eran las 16:40 y yo estaba parado en la autopista entre Teques y Cuernavaca (30 km las dividen), el cielo se empezó a nublar, así que decidí en chinga marcarle a mi papá, explicarle la situación y pedirle que pasara por Natalia. Asunto arreglado. Tres horas y media después llegué a casa de mi papá por mi hija, todo madreado por la carretera y el tráfico de la ciudad, ahora, a esperar a que saliera mi mujer. Ya no tuve que subir a Santa Fe por ella porque, afortunadamente, una de sus amigas le llevaría a Polanco. Pasé por ella a las 22 horas. Ahora, a ir por Carlos, Lorena y su hijo Pascal a su casa en Insurgentes Sur, para por fin salir a Cuernavaca por segunda vez en el día. Llegamos a las 00:30 horas y yo estaba citado en Teques a las 06:30. ¿Dormir?, no mucho.

Medio dormí poco más de 4 horas, a las 05:30 me levanté a prepararme: traje de baño, playera, lentes, casco, guantes, hija y esposa bien dormidas; otra vez carretera. Cuando llegamos a Tequesquitengo
estaba amaneciendo, la vista era increíble. Todo el cansancio se me olvidó, la adrenalina invadió mi cuerpo, todo era nuevo para mí.


No sabía qué hacer. Llegué a mi bici y todos estaban revisando la suya. Lo único que hice fue checar la presión de las ruedas; estaban bien, tal vez
un poco bajas, pero estas ruedas tienen una válvula especial para el inflado, y siempre que trato de inflarlas las dejo peor, así que preferí dejarlas así. Tomé un par de fotos con mi cel y regresé a dejarlo al carro.

7:45 am. De donde está la bici al lago es una vereda de terracería de cerca de 400 metros, al bajar te dan una bolsita para guardar tus tenis y unas chanclas desechables para caminar entre piedras hacia el lago. La salida es en bloques: salieron primero los de 15 a 29 años (para identificarlos, la gorra de natación era de color verde), 3 minutos después la siguiente categoría de 30 a 34 años (gorra roja), después mi bloque de 35 a 50 (gorra azul), luego las chicas (gorra blanca) y, al final, los elites, que están en el circuito profesional.

Uno de mis temores era que
el agua estuviera fría, pero al contrario, estaba tibia y muy rica. Todos los competidores de mi bloque, alrededor de 50, entramos al lago y dos boyas y un lazo marcaban la línea de salida. 400 metros se veían como 4 kilómetros. Sonó el disparo, activé mi medidor de frecuencia cardiaca en mi muñeca izquierda y mi cronómetro en la derecha, empecé a nadar y sentía piernas y brazos golpeándome. Aceleré y llegué a la primera boya para darle vuelta; ya no sentía tantos golpes, pero era desesperante no ver nada y saber que me faltaba más de la mitad. Llegué a la segunda boya, 200 metros; me enfilé a la ultima boya y empecé a ver más tráfico y gorras de color rojo; me detuve un poco para ver donde estaba, vi que desvié del camino y perdí un par de minutos al regresar. Le di la vuelta a la última boya, y en los 50 metros finales me paré un par de veces pensando que ya se podría sentir tierra firme, y nada; se me hicieron eternos los últimos minutos, pero al fin toqué el piso, me puse de pie y corrí. Llegué a la zona donde estaban mi bolsa de tenis, con las manos me quité un poco de la arena de las plantas del pie, me puse mis calcetas, tenis y corrí por mi bici.

Llegando a la bici me puse mi playera, mi casco, lentes y guantes; tomé la bici, no la puedes montar hasta que sales de la zona transición (75 mts); para salir a la carretera hay que pedalear una pendiente de 300 metros muy difícil, pero llegando ahí, todo se volvió más tranquilo. Me esperaban 10 km de camino. Hacia los primeros 3 km, vi en la carretera a Carlos, Lore y Pascal echándome porras, eso me dio mucho ánimo; avanzaron los kilómetros, la verdad no le metí mucha velocidad porque no sabía cuánto restaba y todavía me faltaba la carrera. Llegué a la zona de transición, dejé la bici, me quité mi casco, los guantes, y tomé camino.

Ahí es cuando vi por primera vez a mi esposa y mi hija gritándome, me dio más animo y se me hizo un nudo en la garganta… que se me quitó cuando vi que la pendiente para tomar la carretera era de terracería y como de 60 grados de inclinación. Llegando a la carretera tomé mi primera bolsita de agua, le di unos pequeños sorbos y el resto me la vacié en la cabeza, tal como le hacen los de la TV; en el primer km platiqué con otro competidor de lo difícil que estuvo la natación, llevaba buen ritmo pero mis piernas ya no daban; en el kilometro dos tomé un vaso de Gatorade y otra bolsa de agua, repetí lo de vaciarme el agua en la cabeza, llegando a la pendiente todo era felicidad. Me faltaban tan solo 50 metros, giré mi cabeza para buscar a mi esposa y mi hija, me vieron y corrí con más fuerza a la meta, había terminado mi primer triatlón.

Paré mi medidor de frecuencia y luego mi cronómetro. Estaba fundido. En unas hieleras había botellas de isotónico y me tomé una completa y sin respirar, me pusieron mi medalla, bien ganada. Tomé una naranja de la mesa y un plátano, la naranja más rica que he probado en mi vida, o al menos así me supo. Ya más recuperado me empecé a estirar y me dirigí hacía las tribunas a buscar a mi seres amados.

Ya descansado y en casa de Carlos, Lore y Pascal, busqué en internet mis tiempos y me llevé una gran sorpresa cuando vi que llegué en quinto lugar en la prueba de natación, ¡no me lo esperaba!, yo sólo quería terminar lo más dignamente posible. Llegué en el lugar 23 de 50 competidores de mi categoría.

Gracias a Carlos, Lore, Pascal, mi hija y mi esposa por el apoyo y un increíble fin de semana.

miércoles, 22 de junio de 2011

Mi primer triatlón. tercera parte.


El temor que tenia al triatlón era la carrera y con los 10 km supere el miedo y ahora me encanta correr, tanto que pienso en un medio maratón o un maratón.

Para ese entonces ya tenía 10 kilos y 2 tallas menos, todo esto contagio a mi hermano y a mi papá, se inscribieron a un gimnasio; mi hermano que es todas las puede, se animo y se inscribió a mi segundo triatlón bajo techo, misma distancia 500 mts alberca, 6 km en bici estacionaria y 4 km en la banda. Para este triatlón no me había preparado como en el anterior eran los primeros días de enero del 2011, mis tiempos 9 minutos y 48 segundos en la alberca, 10 minutos en la bici y 29 minutos en la banda, logre bajar más de 3 minutos al primero, nade 4 minutos más rápido en la alberca y le gane a mi hermano, me dio mucho gusto que me acompañara.


Seguí corriendo más y nadando menos, después de criticar a los dueños de Nike plus, compre mi chip y pulsera, parece muy estúpido que una pulsera con USB y que se conecta a tu tenis por medio de un chip logre motivarte al correr, pero el tan solo saber cuándo, cuanto y como corriste es una gran ayuda.

Puede ser el chip o un simple cronometro, la idea no es ganar la carrera, los que compiten son profesionales entrenas 3 horas dos veces al día, cuando corro o nado en algún evento siempre quedo en primer lugar, nunca he hecho más tiempo del evento anterior mis primero 10 km hice más de 1 hora y 20 minutos hace tres semanas, una hora y seis minutos 14 minutos, ahora tengo que bajarle a menos de 60 minutos los 10 km así de simple.

Este 2011 hice 2 triatlones bajo techo, 1000 mts en alberca una carrera una de 5 km y otra de 10 km.

Mayo 2011 con la idea de hacer el triatlón de Boca del Río el 27 de agosto del mismo año, fui a buscar mi bicicleta; Yo recordaba que en el centro hay una calle que tiene varias tiendas de bicicletas en ese momento ignoraba el nombre de la calle sabía que era cerca de la Merced, llegue al Zócalo camine hacia Pino Suarez entre prostitutas, aroma de aceite de garnachas, boneterías y ambulantaje llegue a la Calle de San Pablo 40 locales se extienden por la calle la mayoría de bicicletas aunque también hay de patines y motocicletas.

Básicamente todos los locales son iguales y no venden bicicletas “caras” las marcas mexicanas Benotto y Alubike dominan el mercado. Para triatlón se necesita una bicicleta de ruta en tiendas especializadas para este deporte cuestan entre 20 mil y 100 mil pesos, la mía me costó 4,000 mil pesos es Benotto pesa menos de 12 kg, pienso que me va dar problemas pero lo que quiero es que llegue a agosto para Veracruz.